EL AFICIONADO HOMO CONSUMENS.
- tercerstrikee
- 7 ago
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Por: Mr. Strike
“Los especialistas en marketing venden símbolos junto con los productos, pero para diseñar los símbolos se ven obligados a explorar las tendencias sociales para averiguar que deseos pueden despertarse en los consumidores”
Adela Cortina.
Cuando se habla de béisbol en la actualidad, no solo se hace referencia al juego que todos conocemos, sino que también se engloba un cúmulo de ideas y tendencias a las que este deporte, conocido como "la pelota caliente", se ha ido sumando. Una de estas tendencias es la “innovadora” moda que ha surgido en torno al béisbol, pues ya no resulta extraño ver a alguien en la calle portar un jersey como parte de su outfit. Estas prendas, que en el pasado eran exclusivas de los diamantes de juego, ahora se usan de manera rutinaria tanto por adeptos al deporte como por quienes no lo siguen activamente.
Este fenómeno ha llevado al béisbol a entrar en un estado de total globalización, dejando de ser un deporte de nicho para posicionarse en el mapa cultural, colaborando con distintas marcas de streetwear. Un ejemplo reciente de esta transformación es la colaboración entre los Diablos Rojos del México y la marca californiana Born x Raised, cuya colección generó un enorme “hype” y se agotó en cuestión de días. Pero, ¿qué provoca este fenómeno entre los aficionados?

La organización de los Diablos Rojos del México siempre ha sido pionera en diversos rubros dentro del circuito, y la mercadotecnia no ha sido la excepción. Han logrado encontrar una fórmula ganadora para obtener cifras positivas tanto dentro como fuera del diamante. Esta fórmula se basa en la conocida ley de la oferta y la demanda, un principio básico de la economía que describe la relación entre la cantidad de un bien o servicio que los productores están dispuestos a ofrecer (oferta) y la cantidad que los consumidores desean adquirir (demanda), además de cómo esta relación afecta el precio de mercado.
Este principio, combinado con un creciente sentido de consumismo por parte de la comunidad, ha generado en los aficionados, especialmente en los nuevos, una necesidad constante de estar al día con las últimas colecciones lanzadas por el equipo. Estas incluyen una amplia variedad de productos, como playeras, gorras, hoodies, juegos de mesa, art toys y más, en colaboración con marcas líderes en sus sectores, tales como Star Wars, Machina, LUST, Monopoly, así como con artistas destacados como Dr. Lakra y Rodrigo Roji, entre otros.
Los Diablos Rojos del México han encontrado su propia "gallina de los huevos de oro", generando un estilo único que ellos mismos denominan “muy a la diabla”. Han comprendido que no se trata únicamente del producto que se comercializa, sino del valor simbólico que este genera en la afición. Más que enfocarse en las características del producto, destacan los ideales y emociones que este representa, implementando la idea de que lo novedoso es mucho más valioso.
Esto se traduce en un sentido de pertenencia y, sobre todo, en una necesidad de consumir cualquier producto que llega al mercado, incluso si no es el más innovador, de mejor calidad o al mejor precio. Este fenómeno ya se ha observado en numerosas ocasiones, siendo uno de los ejemplos más recordados el “movimiento Yeezy”, liderado por el rapero Kanye West, quien revolucionó el mercado del hype entre los consumidores y marcó un parteaguas en la forma en que se perciben los productos de moda.

Lejos han quedado aquellas épocas en las que la organización escarlata presentaba, como máximo, tres uniformes distintos para toda una temporada. En la temporada actual, se han lanzado más de 15 jerseys diferentes, algunos en colaboración y otros simplemente basados en plantillas genéricas con variaciones de color. Sin embargo, todos tienen un factor en común: el hype que generan entre los aficionados y el sentido de necesidad de adquirirlos para construir un estatus.
Para muchos, estos productos representan una parte esencial de su identidad, y no poder conseguirlos puede derivar en una especie de crisis de pertenencia. Esto sucede porque se sienten ajenos a ese selecto grupo “exclusivo” que posee la última colaboración del equipo. Cabe destacar que la palabra “exclusivo” aquí es relativa, ya que estos productos están lejos de serlo: se producen en masa para satisfacer la creciente demanda de los consumidores, saturando el mercado y, como consecuencia, fomentando la piratería.
La piratería aprovecha esta situación y toma su buena tajada, ya que muchas personas, con tal de pertenecer al grupo popular, están dispuestas a hacer lo que sea, incluso usar imitaciones que se asemejen al nuevo jersey. De esta manera, buscan encajar en el supuesto grupo “exclusivo” que posee el modelo más reciente.
Como todo en la vida, existe un costo que pagar. Si usted, honorable lector, desea formar parte del grupo de aficionados de los Diablos Rojos del México que están al último grito de la moda, el proceso es sencillo: basta con desembolsar aproximadamente $50,000.00 para adquirir todos y cada uno de los jerseys, por supuesto, acompañados de su respectiva gorra —porque, ¿cómo no hacerlo? —.
Este fenómeno nos deja entrever cómo ha cambiado el deporte, donde el objetivo ahora parece ser el "fast consumer": ese aficionado que compra por comprar, sin cuestionarse si el producto realmente vale la pena. Se trata de consumidores que se dejan llevar más por el estatus que por el genuino gusto por el equipo o el producto en sí.
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