EMPIEZA LA SERIE DEL REY

Cuando el carro enfiló por el Viaducto rumbo al este, no pude evitar que mis recuerdos viajaran a aquellos años en los que bastaba una ojeada al cielo para decidir, cual meteorólogos expertos, que tal vez no llovería y que era buena idea mandar hacer una bolsa de sándwiches, acopiar un par de refrescos familiares, disfrazarnos de “Bombarderos de la Colonia Narvarte” y dirigirnos al vetusto Parque del Seguro Social.

En el radio suena Luis Miguel mientras mis recuerdos, agolpados en el borde de las pestañas, estuvieron a punto de traicionarme cuando cruzamos avenida Cuauhtémoc. Respiré hondo para contener las lágrimas y recordé cuando de pequeña me tocó ver a Lorenzo Bundy cuando en 1986 conectó nada menos que 40 cuadrangulares ahí mismo. Mandaba la bola hasta Xochicalco Street, como decía el “Rápido” Esquivel en la narración de radio.

Más adelante, el monótono tránsito del Río de la Piedad nos llevó cerca del Foro Sol, el escenario de los más recientes campeonatos de los Diablos ¿Cómo olvidar el bicampeonato en 2002 y 2003 con Bernie Tatis al Timón? Parece que estoy viendo el hit que conectó un elegantísimo outfielder panameño que corría las bases como gacela y que dio un campeonato a Diablos.  Nada menos que Roberto Kelly.

Ahora, décadas después, ambos peloteros son los managers que se enfrentarán en la Serie del Rey 2024. Roberto Kelly a los aciagos enemigos de los escarlata, los Sultanes de Monterrey, que han ganado a Diablos tres de las cinco finales en las que se han visto las caras.

Es sumamente interesante ver cómo el talento físico y la inteligencia se transforman en sabiduría y liderazgo para desempeñar el cargo más difícil que existe: el de mánager de un equipo profesional de beisbol. Imagínese, como dijo Kelly, tener que llevar a un mismo objetivo a 32 talentos de distintas personalidades y temperamentos.

Hoy leí, en una editorial especializada en beisbol, una acusación sin fundamento que pone en duda tanto la veracidad de los resultados, como la honorabilidad de peloteros, umpires, directivos, managers y coaches. Qué fácil es sacar conclusiones de la manga y echar a perder el trabajo de cientos de personas involucradas para que mañana se cante playball en el Estadio Alfredo Harp Helú.

Yo le pregunto, amable aficionado. Si lo que acusa la señora Valenzuela fuera cierto ¿No cree usted que ya tendríamos pruebas y videos comprobándolo? ¿O que alguna cachucha traicionera lo hubiera relatado en un reality show o en Instagram?

No, señora Valenzuela, usted mejor que nadie debería saber que el beisbol es mucho más grande que cualquier berrinche o que sus frustraciones.

Mañana empieza la Serie del Rey. Que gane el mejor.